En la historia reciente existen dos términos que tienen una gran importancia en el argot de Internet: router y módem. Ambos hacen referencia a dos dispositivos que han jugado un papel imprescindible en el proceso de conexión a la red, tanto de cara al exterior como en local. Si quieres conocer exactamente qué es un router y un módem, qué tipologías existen y qué diferencias hay entre ambos sigue leyendo. En este artículo encontrarás la respuesta a todas estas incógnitas. ¡Comenzamos!

Qué es un router y para qué sirve

Lo que conocemos como router también se puede denominar rúter, enrutador o encaminador. Es un dispositivo que tiene como objetivo establecer conexiones entre diferentes equipos conectados a una misma red. Dentro de esta, es el encargado de decidir la ruta que seguirá cada paquete de datos.

El primer encaminador de la historia completamente funcional fue desarrollado por Xerox en el año 1974. A finales de 1976 ya existían tres modelos en servicio que fueron la antesala de lo que hoy conocemos como Internet. Hasta ese entonces solo eran capaces de usar un mismo protocolo. Hubo que esperar hasta 1981 para que apareciesen routers que fueran multiprotocolo. Desarrollados por investigadores del MIT y de Stanford, tuvieron mucha importancia en su momento debido a la aparición de varios de ellos, como Apple Talk, DECnet, los propios de Xerox e IP.

Un enrutador o router sirve principalmente para enviar paquetes dentro de una red usando la ruta más conveniente en cada momento. Esta acción, que se conoce como encaminamiento, es la que permite establecer comunicaciones entre los diferentes dispositivos que se encuentran dentro de una red. Por supuesto, estos pueden ser de diversas tipologías, como ordenadores, teléfonos móviles o aparatos inteligentes. Es importante aclarar que el envío de paquetes puede realizarse mediante conexión inalámbrica o cableada indistintamente. Sin importar cual de las dos se use, estamos ante conexiones que se engloban dentro de la capa física.

Con el fin de realizar el encaminamiento de paquetes, el dispositivo debe construir su propia tabla de enrutamiento, que no es más que una base de datos que sitúa cada nodo de la red. Esta información se almacena dentro del router y es clave para que el dispositivo sepa enviar los paquetes por la ruta más conveniente. 

Los router y el acceso a Internet

Qué es un router y para qué sirveQué es un router y para qué sirve

Todo lo que hemos mencionado hasta ahora hace referencia al trabajo que realiza el router dentro de las redes locales. No obstante, no podemos obviar que un router también es un dispositivo que permite obtener conexión externa, es decir, a Internet. Para que esto sea posible, los routers cuentan con una puerta de enlace que proporciona una salida hacia el exterior.

En algunos casos, como en el de las conexiones ADSL o de fibra óptica, es necesario contar con una tarjeta de red que haga las funciones de intérprete. Por eso, lo que muchos usuarios conocen como router es, en realidad, el compendio de diversos dispositivos. Muchos encaminadores incluyen una tarjeta de red integrada y un punto de acceso inalámbrico para proporcionar conexión mediante Wifi.

Características de los routers

Los routers pueden tener diferentes características dependiendo del uso final. Por lo general, además establecer conexión entre diferentes dispositivos de una red local, los routers disponen de otras funciones y componentes que es importante mencionar.

Controles externos

Todo router suele tener uno o varios botones externos para controlar ciertas funciones. La gran mayoría cuentan con un interruptor que permite encenderlos y apagarlos. De igual manera, es habitual encontrar un botón de restablecimiento, denominado popularmente como Reset. Este se encarga de devolver el dispositivo a su estado de fábrica.

Si dispone de punto de acceso inalámbrico con conexión Wifi también es habitual encontrarse con un botón de conexión rápida WPS. Y no es raro que los routers dispongan de un botón específico para habilitar o deshabilitar la conectividad inalámbrica. Por lo general, los botones de control incluidos en un router varían dependiendo de si su uso es profesional o doméstico.

Conexiones físicas

Otra característica importante en un router son sus conexiones físicas. En aquellos destinados a entornos profesionales, es normal encontrar una gran cantidad de puertos Ethernet del tipo RJ-45. Este tipo de conexión se emplea para conectar físicamente diversos equipos a la misma red local. Por otro lado, en el caso de que el router cuente con tarjeta de red integrada, puede incluir una conexión RJ-11, utilizada en el ámbito telefónico. También es imprescindible un puerto óptico para establecer conexión a Internet mediante cable de fibra.

Asimismo, no es raro encontrarse con otros puertos que proporcionan funciones adicionales. Un ejemplo de esto es la conexión USB, común en los routers destinados a uso doméstico. Generalmente se utiliza para conectar dispositivos de almacenamiento y hacerlos disponibles dentro de la red local. Si el router cuenta con servidor de impresión también pueden emplearse para añadir impresoras. En ambos casos, estos recursos se hacen disponibles a todos los dispositivos que estén conectados a la red local.

Conexiones inalámbricas

La conexión inalámbrica por excelencia en la mayoría de routers es el Wifi. Es importante mencionar que no todos los routers proporcionan un acceso a la red sin cables. En estos casos, es necesario utilizar un punto de acceso Wifi adicional que se conecta mediante Ethernet. Esta casuística se da, sobre todo, en encaminadores destinados al uso profesional en infraestructuras empresariales. En el caso de los routers domésticos, suelen incluir esta funcionalidad. Los enrutadores con Wifi pueden portar una o varias antenas para mejorar la cobertura. Sin embargo, hay casos en los que la antena viene integrada en el cuerpo del dispositivo.

Procesador

Para cumplir con el objetivo de escoger la mejor ruta a la hora de transmitir paquetes de datos es imprescindible que un router disponga de procesador. Evidentemente, no nos encontramos ante una CPU de gran potencia. En realidad, las capacidades que se precisan son las imprescindibles para ejecutar acciones y llevar a cabo instrucciones relacionadas con el encaminamiento. Con todo, en los modelos de gama alta o destinados a entornos profesionales la potencia suele ser mayor. Es importante tener presente que la potencia del procesador influye directamente en la velocidad a la que la información es transmitida.

Memoria interna

Un enrutador consta de dos tipos de memoria. Por un lado, una memoria temporal o RAM. En ella se almacenan las diversas tablas de encaminamiento y otros datos fundamentales para la correcta ejecución de las funciones del router. Por otra parte, debemos hablar de la memoria interna o ROM. En ella se guardan los archivos necesarios para que el portal de administración y el sistema operativo sean funcionales. Además, gracias a la memoria ROM la configuración del router no se pierde en caso de que se desconecte de la red eléctrica.

Software

El software es otro de los componentes imprescindibles de un router. En definitiva, estamos ante un dispositivo que se asemeja enormemente a cualquier ordenador. Por lo tanto, es necesario que disponga de un sistema operativo y de una interfaz que permita su configuración. En términos generales, los ajustes están disponibles mediante el acceso web a la IP local. De esta manera, los parámetros son modificables desde el propio navegador. Algunos routers más modernos pueden configurarse gracias a aplicaciones móviles.

El software es, en gran medida, el encargado de definir las funcionalidades de cada router. Mediante software se implementan características como el cortafuegos, el servidor de impresión, el uso de una VPN o la compartición de ficheros en red.

Tipos de routers

Existen diversos tipos de encaminadores. Si quieres conocerlos debes seguir leyendo.

Routers profesionales 

Son todos aquellos destinados a grandes infraestructuras, generalmente pensadas para gestionar un gran número de dispositivos y recursos. En estos casos, no es extraño que este tipo de encaminadores se centren exclusivamente en dirigir los paquetes de datos dentro de la propia red local. De esta manera, se deja la implementación de otras tecnologías y protocolos a dispositivos externos, como la conexión inalámbrica o el acceso a Internet. Asimismo, es frecuente que dispongan de diversas opciones enfocadas a la seguridad que permiten proteger la red y los datos de ataques externos.

Routers inalámbricos

Cuando hablamos de routers inalámbricos nos referimos a aquellos que ofrecen conectividad Wifi. Así, es mucho más sencillo que ciertos dispositivos, como los teléfonos móviles, accedan a la red. Este tipo de enrutadores también disponen de conexiones físicas para conectar ordenadores y otros equipos mediante cable. La principal ventaja es que no es necesario recurrir a dispositivos externos para habilitar una red Wifi.

Routers USB

Los routers USB son una tipología que suele emplearse para compartir conexiones a Internet con otros dispositivos. La conectividad externa suele extraerse del equipo al que se conecta el router y se comparte mediante Wifi con otros aparatos. Algunos de ellos disponen de compatibilidad con conexiones 3G y 4G, otorgando conectividad al equipo al que se conectan y a otros mediante Wifi.

Router doméstico

Es el tipo de router más conocido. Se fabrican en plástico y son capaces de realizar diversas funciones además de encaminar paquetes. Se utilizan para conectarse a Internet mediante ADSL o fibra óptica. Por eso, incluyen una tarjeta de red interna y conexiones específicas para esta labor. Lo más habitual es que tengan un punto de acceso inalámbrico con Wifi y una o varias antenas. Aquellos que son facilitados por los proveedores de Internet vienen preconfigurados para funcionar con tan solo conectarlos.

Qué es un módem y para qué sirve

Qué es un módem y para qué sirveQué es un módem y para qué sirve

La palabra módem es un acrónimo de la expresión en inglés Modulator demodulator. Es un dispositivo que se encarga de realizar la conversión entre señales analógicas y digitales. De esta manera, permite la conexión entre diversos equipos mediante la red de telefonía.

Los módems se utilizan desde los años 60. Inicialmente fueron empleados con fines militares y los modelos más primigenios usaban una interpretación de las señales por hardware. Mediante el uso de acopladores acústicos, en los cuales era necesario situar el teléfono sobre una moldura, se escuchaban y se interpretaban las señales recibidas. De igual manera, se emitían sonidos a través del micrófono del teléfono que debían traducirse en el otro punto de la conexión.

Esos sonidos de los que hablamos son, en realidad, ondas sinusoidales. Con ellas se puede transportar información de un punto a otro. El módem modula esa señal que porta los datos. Después, se emite en forma de señal portadora con unas características únicas que la diferencian del resto de las señales. La demodulación es el proceso que se realiza en el punto de destino de la señal y que permite conocer la información que se trataba de transmitir.

Con el paso del tiempo, la decodificación de las señales recibidas pasó a realizarse mediante software. Con este cambio, la reducción del hardware necesario hizo posible que los módems cada vez fuesen más pequeños, simplificando su instalación en ordenadores domésticos. Sin embargo, ya no se instalan este tipo de dispositivos dentro de los equipos. En la actualidad lo más habitual es que se establezca conexión con un router mediante cable o Wifi y que este haga una función parecida a la de los antiguos módems.

Al contrario de lo que muchos opinan, los módems prácticamente ya no se utilizan. Aunque se sigue utilizando esta denominación para algunos dispositivos, hoy en día ya no es necesario traducir e interpretar las señales que se reciben. Esto se debe a que los datos, que han dejado de ser analógicos y han pasado a ser digitales, se traducen mediante tarjetas de red. Gracias a este cambio, la velocidad de conexión ha aumentado considerablemente, satisfaciendo la demanda de contenido en alta definición desde plataformas en línea, como Netflix o Spotify. No debemos olvidar que la tasa máxima alcanzada con los módems era de 56 kbps.

Características de los módems

Los módems tienen una serie de características que les permiten realizar sus funciones correctamente. Aquí te las descubrimos.

Conexiones

Los módems cuentan con diferentes conexiones dependiendo de sus características. Sin embargo, en todos se incluye una conexión RJ-11 que sirve para conectar el equipo mediante cable a la red telefónica. En la mayoría de los módems, esta era la única conexión incluida. Con todo, muchos añadían una segunda conexión RJ-11, un puerto USB, en el caso de los módems externos y, más recientemente, Ethernet para su conexión a un router. Por último, también existieron modelos que incluían conexiones de audio para conectar altavoces y micrófonos. Su objetivo era el de poder hacer llamadas.

Controlador del módem

Es un chip que actúa como el cerebro del dispositivo. Podemos verlo como un procesador que se encarga de la modulación y demodulación de las señales que se transmiten. También es el encargado de detectar errores en la conexión.

Otros componentes

Los módems solían tener algunos componentes adicionales. Por ejemplo, la mayoría disponían de indicadores externos. Con ellos, se podía comprobar de forma visible si existía una conexión en curso y cuál era su actividad. Por otro lado, se incluía un altavoz, encargado de retransmitir lo que sucede en la línea telefónica. También se empleaban condensadores para suavizar los picos de corriente y otras tareas.

Tipos de módems

Cuando hablamos de tipos de módems es necesarios distinguir entre tres tipologías distintas. Te las detallamos en los siguientes apartados.

Módem interno

Los módems internos son aquellos que se instalaban dentro del propio ordenador. Fueron muy populares en la década de los 90 y principios de los años 2000. Con la llegada de Internet a los hogares de forma generalizada, muchos usuarios utilizaron este tipo de módem en sus equipos. Los modelos más arcaicos llevaban a cabo la modulación y demodulación de las señales por hardware. Después se empezó a realizar mediante software. Lo más habitual era utilizar una bahía ISA, AMR o PCI de la placa base para instalar el módem.

Con este tipo de módems el ordenador quedaba conectado directamente a la red telefónica. Para establecer la conexión solo era necesario un cable con conexión RJ-11 que salía del equipo y se introducía en la roseta instalada en la pared.

Módem externo

Los módems externos realizan la misma función que los internos. La diferencia es que se conectan mediante USB y todo el hardware necesario para su funcionamiento se ubica fuera del equipo. Una de sus principales ventajas es que pueden utilizarse en diferentes equipos, incluso en aquellos que son portátiles. No necesitan alimentación adicional y disponen, además de la conexión USB, de un puerto para cable telefónico con cabezal RJ-11.

No deben confundirse con los USB compatibles con tarjetas SIM, que habitualmente son llamados módems. Como en ese caso se reciben señales digitales mediante la red de datos móviles, este tipo de dispositivos no pueden ser considerados módems.

Módem por software

El módem por software, conocido también como winmodem o linuxmodem son módems integrados. En este caso, es el propio procesador del equipo el que realiza las funciones de interpretación de las señales analógicas. Es necesario utilizar un programa concreto que se encargue de la modulación y demodulación.

Diferencias entre router y módem

Diferencias entre router y módemDiferencias entre router y módem

Aunque es muy fácil confundir términos, lo cierto es que un router y módem son dispositivos totalmente distintos. Para comprender bien las diferencias que existen entre ellos, analicemos algunos puntos fundamentales.

En primer lugar, el objetivo de router no es ofrecer conexión a Internet. En realidad, su función pasa por encaminar los paquetes de datos de una red al lugar indicado usando la mejor ruta posible. Esa función se realiza dentro de la red local y, por eso, no precisa de conexión externa a Internet. Por ejemplo, un usuario puede seguir imprimiendo documentos o accediendo a un disco duro de red incluso cuando no dispone de conexión a Internet. Esto es posible porque el router sigue enviando información dentro de la red de área local.

En segundo lugar, un módem es un dispositivo que sí tiene como función única proveer acceso a Internet. No obstante, es muy importante recalcar este detalle: los módems solo funcionan con señales analógicas. Desde la implementación de la tecnología ADSL, se utilizan señales digitales que no es necesario traducir de la misma manera. Aunque el término módem se usa en la actualidad para identificar a ciertos periféricos de red, estos no lo son si basan su funcionamiento en señales digitales.

Entonces ¿tengo un router o un módem?

Si nos ceñimos a un ámbito doméstico, es probable que te preguntes si dispones de un router o de un módem. Debes saber que la mayoría de las operadoras proporcionan a sus clientes un dispositivo que es capaz de hacer al menos tres cosas:

  • Interpretar la señal de entrada. Si tu conexión es ADSL o mediante fibra, la señal que recibes es digital. Para traducirla se utiliza una tarjeta de red.
  • Crear una red local. El dispositivo proporcionado por tu ISP hace la función de router creando una red de área local y transportando los paquetes de datos de la forma más eficiente posible entre los diferentes nodos.
  • Ofrecer una red inalámbrica. En este caso se actúa como punto de acceso para permitir la conexión a recursos locales y de Internet.

El dispositivo encargado de estas tres tareas suele denominarse router, aunque esa es solo una de las funciones que lleva a cabo. Dependiendo del hardware y el software incluido, también actuará como servidor de impresión o para compartir unidades de almacenamiento en red.

En resumidas cuentas, ante la desaparición de las señales analógicas, los módems han terminado cayendo en el desuso. Todos aquellos aparatos que usen esta denominación, pero que hagan servir señales digitales, no lo son en un sentido estricto. Por otro lado, lo que la mayoría de los proveedores facilitan a los usuarios y que popularmente se conoce como router es, en realidad, un dispositivo con múltiples funciones de red. Por supuesto, una de ellas es la de enrutar, encaminar o dirigir los paquetes dentro de una red local.

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