17 de marzo de 2005, 01:00
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Este fabricante ha puesto su empeño en desarrollar unos receptores que satisfagan a quienes busquen un sonido de alta fidelidad. Para ello, ha empleado materiales de primera. Su diseño puede parecer aparatoso, pero tras llevarlos unas horas siguen siendo cómodos. Se hacen acompañar de un también voluminoso decodificador, que alberga numerosas funciones, como refuerzo de graves, selección de ganancia de entrada, varios modos de simulación envolvente o salidas tanto digitales como analógicas.
El hecho de que el conjunto haya sido diseñado pensando en formatos como SACD y DVD-Audio, y que su rango de frecuencias abarque hasta los 40.000 Hz, hace que la música suene limpia y rica en matices, sobre todo en lo que a medios y agudos se refiere, y con muy buena potencia. A la hora de disfrutarlos con pelÃculas o videojuegos, se obtiene cierta sensación de inmersión, pero se hace muy difÃcil localizar la fuente de los sonidos. Aun asÃ, se agradece que hayan incluido tres perfiles de escucha diferentes. Se echa de menos un pequeño mando a distancia o, al menos, un control de volumen en los propios auriculares.