
Con configuraciones que parten de 512 euros en su propuesta más básica, el portátil de Sony que hemos probado viene con una CPU Intel Core i7, 6 Gbytes de RAM y tarjeta gráfica independiente AMD Radeon HD 7650M, todo ello bajo un formato de 15,5".
Lo que menos nos ha gustado de él es el plástico empleado en su fabricación, responsable de que el teclado se hunda por la parte central si hacemos más presión de la necesaria, aunque al menos en el chasis exterior mejora su apariencia al imitar un acabado metálico.
Por el contrario, su rendimiento es bastante equilibrado, mantiene una buena temperatura incluso con uso intensivo, su ventilador apenas hace ruido y podemos ampliar sin apenas complicaciones tanto la memoria como el disco duro con solo levantar la tapa trasera. Pero su gran talón de Aquiles es la autonomía, la más baja de la comparativa con unos escasos 76 minutos de duración en Powermark.
El material empleado en la parte exterior del chasis es de calidad, mientras que el interior está menos cuidado
Resultados de las pruebas
PCMark 7: 2.449
3DMark 11 (performance): 4.319
Experiencia en Windows: 5,9
- Procesador: 7,7
- Memoria RAM: 7,7
- Gráficos: 6,7
- Gráficos de juegos: 6,7
- Disco duro principal: 5,9
Sisoft Sandra 2013
- Aggregate Arithmetic (GOPS): 84,81
- Dhrystone Integrer SSE4.2 (GIPS): 99,23
- Whetstone FP64 SSE3 (GFLOPS): 72,49
- Rendimiento transacional de memoria (MTPS): 4,57
- Ancho de banda memoria (Gbytes/s): 16,44
- Latencia memoria (ns): 27,7
- Velocidad transferencia disco (Mbytes/s): 81,46 (HDD)
- Tiempo acceso aleatorio (ms): 14
Powermark Professional (Balanced): 1 h 16 min