1 de octubre de 2012, 13:32
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Una vez tenemos en las manos este Panasonic Eluga, la sensación de ligereza a la par que robustez son inmediatas, y su pantalla de 4,3” OLED luce estupenda, sin apenas reflejos y un alto nivel de luminosidad.
Al tratarse de un panel de naturaleza PenTile la representación de los tonos blancos no es tan realista y fidedigna como en otros terminales, apreciándose también en los bordes ligeras distorsiones.
De otro lado, cumple con la norma internacional IP57, que asegura una alta resistencia frente a agua y polvo, gestiona de manera excelente la conectividad NFC (con acceso directo mediante un solo toque) y su batería de 1.150 mAH, unida a las utilidades de ahorro preinstaladas por Panasonic, posibilitan una autonomía cercana al día y medio bajo Android Gingerbread 2.3.5 (valores más que correctos a la espera de recibir la actualización a Ice Cream Sandwich).
Es en el resto de características técnicas donde pierde algunos puntos: aunque el tándem procesador de 1 GHz y 1 Gbyte de RAM no se queda corto para mover todo con fluidez, sí está por detrás de otros modelos de gama similar disponibles actualmente. Por otra parte, la cámara no brilla especialmente pese a sus 8 Mpíxeles e incomprensiblemente no incorpora flash.
De la misma manera, en modo grabación (a 720p) no permite controlar ningún parámetro una vez que se encuentra en funcionamiento. En definitiva, este producto de Panasonic es un buen terminal que podría haber sido excelente.