En algunos foros especializados se pueden encontrar versiones «tuneadas» de los firmwares oficiales que permiten disfrutar de habilidades tales como la lectura de discos de películas de zonas distintas a la nuestra, por ejemplo, o aumentar la velocidad de ripeo de contenidos.

Sea como fuere, lo recomendable es ceñirse a los oficiales salvo que se necesite explícitamente una característica especial. Para poner todo esto en práctica, vamos a emplear una unidad regrabadora de Blu-Ray y DVD Plextor PX-B920SA.

Paso 1

Comprobamos nuestra versión

Es obligado empezar comprobando la versión actual de la unidad con un programa como Imgburn. En él, se da información sobre las unidades ópticas, incluyendo la versión del firmware. En nuestro caso, se trata de la versión 1.01.

Con este dato, acudimos a la página web de Plextor para comprobar si existe una versión más reciente que aporte mejoras importantes sobre la versión instalada. Como se ve en la imagen, está disponible la edición 1.03, que implica mejoras en el tratamiento de discos y solventa un problema técnico relacionada con la memoria caché. Así que decidimos proceder a la actualización.

Paso 2

Precauciones

Pasamos a descargar el archivo para la actualización. En este ejemplo, como en la mayor parte de las unidades ópticas, se trata de un único archivo .zip que, una vez descomprimido, se convierte en un .exe ejecutable que contiene el programa de actualización y el firmware. Como precauciones generales, está la de no tener ningún disco en la unidad y, en el caso de las unidades IDE (esta es SATA), tener claro el puerto IDE donde se conecta la regrabadora, así como su configuración (maestra o esclava).

Seguidamente, es preciso ejecutar el archivo .exe obtenido. El programa es parco en opciones, pero informa correctamente de lo que se va a hacer; en este caso, pasar de la versión 1.01 a la 1.03. Además, la unidad óptica ha sido correctamente identificada por el software.

Paso 3

Finalizamos

Tras el proceso, si todo ha ido bien, se pedirá reiniciar el equipo. Una tarea que, como norma general, es recomendable abordar de forma inmediata. Tras reiniciar, ya se puede volver a ejecutar el programa de diagnósticos para verificar que la actualización ha sido correcta.

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