6 de enero de 2009, 01:00
| Actualizado a

Paso 1
Configuración inicial
Si accedemos a su configuración a través de la opción dispuesta al efecto en el Centro de Seguridad, veremos tres pestañas. Desde General, se activa y desactiva el firewall, pero lo ideal es mantenerlo activo a no ser que contemos con un segundo cortafuegos, pues podrían surgir conflictos.
En Excepciones, indicaremos los programas y servicios a los que se debe permitir el acceso desde el listado que aparece (habilitándolos al marcar la casilla correspondiente), mediante el botón Agregar programa (por ejemplo, los juegos en red exigen la apertura de puertos a medida que van necesitando establecer el flujo de datos) o a través de Agregar puerto (ideal para operar con hardware o software que sí especifica un puerto determinado para trabajar).
Cuando abrimos un puerto, aparecerá en el listado de Excepciones. Para cerrar cualquiera de ellos, lo marcaremos y recurriremos al botón Eliminar.
Paso 2
Modifica algún elemento
También se puede modificar la configuración establecida para un determinado elemento del listado de Excepciones marcando el que nos interese y pulsando el botón Propiedades. Dentro de la nueva ventana, con el botón Cambiar ámbito se selecciona si la comunicación será con cualquier equipo, incluyendo los conectados a Internet, o sólo los equipos de la red local.
También cabe la opción de escoger una lista personalizada de direcciones IP que puedan comunicarse a través de dicho puerto. Cuando el sistema detecta un acceso no autorizado ni recogido en Excepciones, nos avisa mediante un mensaje en pantalla con el nombre del programa o servicio que está intentando acceder y el fabricante.
Asimismo, nos pregunta si deseamos bloquearlo, permitirlo o que se nos consulte más tarde. Obvia decir que si no estamos seguros del programa que está intentando acceder, lo mejor es no permitirlo.